WASHINGTON. Donald Trump no pagó ningún impuesto sobre la renta durante el último año completo de su presidencia, ya que declaró pérdidas por sus amplios intereses empresariales, según las cifras fiscales publicadas por un panel del Congreso.
Los registros, publicados por la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, liderada por los demócratas, tras años de lucha, muestran que los ingresos de Trump, y sus obligaciones fiscales, fluctuaron drásticamente durante sus cuatro años en la Casa Blanca.
Trump pagó 1.1 millones de dólares en impuestos federales en los dos años intermedios de su presidencia, según el informe que los legisladores analizaron, pero no pagó casi nada durante el resto de su permanencia al frente de la Casa Blanca.
La suma de siete cifras que el expresidente republicano (2017-2021) desembolsó en 2018 y 2019 eclipsa su factura de 750 dólares en 2017, y no pagó nada en absoluto a medida que sus pérdidas aumentaron en 2020, el año de su intento fallido de reelección.
Los registros van en contra de la imagen cultivada durante mucho tiempo por el exmandatario como un hombre de negocios exitoso, mientras monta otra candidatura a la Casa Blanca.
Trump y su esposa, Melania, pagaron algún tipo de impuesto durante los cuatro años, mostraron los documentos, pero fueron capaces de minimizar sus impuestos sobre la renta en varios años, ya que los ingresos de los negocios de Trump fueron más que compensados por las deducciones y pérdidas.
El expresidente registró ganancias de capital por ventas de activos por 22 millones de dólares en 2018 y por 9 millones al año siguiente, parte de un ingreso imponible total de 28 millones.
Sin embargo, perdió casi 65 millones mientras hacía campaña para la presidencia en 2015 y 2016 y alrededor de 13 millones durante su primer año en el cargo.
Y volvió a perder en 2020, ya que sus cuentas resultaron en 5 millones en números rojos.
El comité cuestionó la legitimidad de algunas de esas deducciones, incluida una por 916 millones de dólares, y los miembros dijeron que las declaraciones de impuestos carecían de detalles.
Trump se negó a hacer públicas sus declaraciones de impuestos durante sus dos candidaturas presidenciales y su campaña por el cargo, pese a que todos los demás candidatos de los principales partidos lo han hecho durante décadas.
El comité obtuvo los registros tras una lucha de años y votó el martes a favor de hacerlos públicos.
Los demócratas del panel dijeron que su revisión encontró que las autoridades fiscales no examinaron de manera adecuada las complejas declaraciones de impuestos de Trump para garantizar su exactitud.
Aunque se supone que el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) debe auditar las declaraciones fiscales de los presidentes cada año, no lo hizo hasta que los demócratas presionaron para que se tomaran medidas en 2019.
Trump fue el primer presidente estadounidense desde Gerald Ford (1974-1977) que no publicó cada año su declaración de impuestos, una tradición que sus predecesores consideraban parte de su deber de transparencia y de rendición de cuentas ante el pueblo.
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“¡No puedes sacar mucho de unas declaraciones de impuestos, pero es ilegal publicarlas si no son tuyas!”, dijo Trump este lunes en su red Truth Social.
El exmandatario republicano había alegado en el pasado que sus declaraciones estaban sujetas a una auditoría por parte del Servicio de Rentas Internas de EU (Hacienda), aunque numerosos expertos legales aseguraron que ninguna norma le impedía divulgarlas de haber querido.
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