Mientras admiramos al cometa C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS, el 27 de septiembre se descubrió otro cometa, que podría brillar más que el planeta Venus, y eso es mucho, más que el cometa actual.
El mismo 27 de septiembre pasado, el cometa C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS pasó su perihelio, es decir, su menor distancia al Sol, a 58 millones de km, una distancia similar a la de la órbita del planeta Mercurio del Sol.
Por aquellos días, los astrofotógrafos Christian M. Priego en Puebla y Diego Aram Meneses Romero en Tlaxcala, obtuvieron hermosas fotografías del cometa A3 Tsuchinshan-ATLAS.
Después, el 9 de octubre el cometa pasó de observarse al amanecer para ahora observarse al anochecer.
Búsquelo al oeste, por donde minutos antes se ocultó el Sol. Ahí brilla también el planeta Venus.
El 12 de octubre el cometa alcanza el perigeo, la menor distancia a la Tierra, a solo 70.8 millones de km de nosotros. Casi la mitad de la distancia al Sol, 150 millones de km.
El 14 de octubre vea a simple vista al anochecer, al cometa Tsuchinshan-ATLAS a la derecha del brillante planeta Venus. El cometa irá ganando altura cada día, hasta perderse en algún momento de finales de octubre o inicios de noviembre, quedando solo al alcance de telescopios.
Para saber más, lea nuestro artículo de septiembre: Guía Completa Para Observar el Cometa Tsuchinshan-ATLAS.
Un nuevo cometa
El 27 de septiembre pasado, mientras el cometa Tsuchinshan-ATLAS efectuaba su perihelio, el sistema ATLAS (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides), operando en el observatorio de Haleakala, Hawai, descubrió un cometa de tono verdoso, lo que indica la presencia de carbono diatómico. Los cálculos orbitales indicaron que el cometa estaba a un mes de alcanzar su perihelio, el 28 de octubre, su menor distancia al Sol, a solo 1.2 millones de km de nuestra estrella. Es inusual descubrir un cometa a un mes de su perihelio, por lo general se descubren con meses o años de antelación. El cometa 2011 W3 Lovejoy se descubrió también a un mes de su perihelio, el cual fue a solo 140 mil km del Sol ¡Y sobrevivió!
Del nuevo cometa aún se desconoce su tamaño.
Como sabemos, los cometas son rocas de hielo que provienen de dos zonas en nuestro Sistema Solar: del Cinturón de Kuiper a 45 UA del Sol, en las cercanías de la órbita del planeta enano Plutón (39.5 UA); y de la Nube de Oort, un conglomerado de rocas de hielo que envuelve al Sistema Solar, ubicado de 2 mil UA a 200 mil UA. La UA es la Unidad Astronómica y equivale a la distancia Tierra – Sol, de 150 millones de km.
Cuando una roca de hielo sale expulsada de una de estas dos zonas, se dirige rumbo al Sol. Al ir avanzando, la temperatura va en aumento, la roca de hielo comenzará a evaporarse, gases atrapados al interior se expandirán por el calor y serán expulsados, a veces en forma de explosiones que avientan vapor, gas y piedritas de hielo al espacio. Con esto se formará la cola y una nube alrededor del hielo, llamada coma.
El nuevo cometa recibió el nombre de C/2024 S1 ATLAS, y vendría de la Nube de Oort, además sería de los cometas Kreutz.
Estos son cometas rasantes en su perihelio, es decir, son cometas que pasan muy cerca del Sol cuando alcanzan su menor distancia al Astro Rey. Presentan un periodo de 500 a mil años. Estos cometas serían parte de un enorme cometa que se fragmentó hace varios siglos. Se sospecha que el cometa fragmentado fue el Gran Cometa del año 371 a. C.
Fue el astrónomo Heinrich Kreutz quien demostró que estos cometas están relacionados entre sí.
El cometa S1 ATLAS se vería días antes y días después del perihelio del 28 de octubre. Brillaría más que el planeta Venus y esto es muy brillante. Búsquelo al amanecer, al este, por donde minutos después saldrá el Sol. Lo veríamos a simple vista
El último cometa de la familia Kreutz muy brillante, fue el cometa Ikeya-Seki de 1965, el cual brilló casi como la Luna Llena ¡hasta se veía de día!
Para conocer el brillo de Venus, obsérvelo en lo que resta de 2024 al anochecer, al oeste, por donde minutos antes se ocultó el Sol. No hay pierde, es el único objeto brillante en la zona, solo será superado en ocasiones por la Luna.
Hay un pero
Así es, hay un pero. Antes de emocionarnos por completo debemos decir algo.
El perihelio del cometa no es un paseo tranquilo. El cometa estará sujeto a una fuerte atracción gravitacional del Sol, y por su velocidad y posibles fisuras que desconocemos en el cometa, podría desintegrarse. No sería nada raro que sucediera.
Esto ha pasado en varias ocasiones, es normal, sucedió en 2013 cuando esperábamos al cometa ISON, otro cometa apodado “el Cometa del Siglo”, ya que si sobrevivía al perihelio, brillaría tanto como la Luna Llena.
La razón de por qué no recuerda haberlo visto, es porque no sobrevivió al perihelio.
Mientras observamos al cometa A3 Tsuchinshan-ATLAS, esperemos ver pronto al cometa S1 ATLAS, deseando que sobreviva a su perihelio.
german@astropuebla.org
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