Londres /
Las compañías que crean y venden créditos de carbono consideran opciones que van desde las salidas a bolsa hasta el modelo de negocio que utiliza la industria de los metales preciosos para atraer inversiones al mercado.
Los créditos, cada uno de los cuales representa una tonelada de carbono que se logró evitar o se eliminó de la atmósfera y se generan mediante proyectos ambientales como la plantación de árboles, los pueden comprar las empresas para compensar sus emisiones.
A principios de diciembre, el grupo de inversión Foresight Sustainable Forestry Company, que cotiza en Londres y desarrolla proyectos de créditos de carbono, se convirtió en el primero en recibir la nueva etiqueta de “mercado voluntario de carbono” de la Bolsa de Londres, en referencia a las compensaciones que compró de manera voluntaria en lugar de cumplir los objetivos legales de emisiones.
Fondos y empresas pueden cotizar en Londres con esta denominación, recaudar fondos para financiar proyectos de eliminación de carbono y ofrecer a los inversionistas créditos de carbono o dividendos en efectivo derivados de la venta de créditos. La Bolsa de Londres está en conversaciones con varios grupos para que coticen con la nueva etiqueta.
Además de operar y utilizar créditos de carbono, algunos inversionistas quieren participar más a largo plazo en el sector, mientras que los desarrolladores de estos instrumentos recurren a los mercados de capitales para ayudar a financiar planes de compensación.
El modelo de negocio que utilizan algunas partes de la industria minera resulta atractivo para los inversionistas que quieren obtener una exposición a largo plazo a los créditos de carbono sin tener que administrar de forma directa los proyectos, que se rigen por reglas complicadas y a menudo se ubican en lugares remotos.
Bajo este modelo, las compañías aportan financiamiento inicial para los proyectos a cambio del derecho a comprar metales preciosos, o créditos de carbono, en el futuro a un precio favorable.
Jo Anderson, director del desarrollador de proyectos de créditos Carbon Tanzania, dijo que muchos de los nuevos participantes en el mercado del buscan asegurarse un suministro a largo plazo de créditos que puedan utilizarse como “base de activos para una oferta pública inicial en la bolsa de valores”.
El mercado de créditos de carbono voluntarios aún es pequeño —su valor en 2021 ascendía a 2 mil millones de dólares—, pero está empezando a atraer a grandes instituciones financieras. En septiembre, el corredor de seguros Marsh anunció que los clientes estadunidenses podían pagar algunas tasas con créditos de carbono, transfiriéndolos a Bank of America, que luego paga el valor en efectivo a Marsh.
Stewart MacDonald, cofundador del gestor de inversiones Natural Carbon Capital, dijo que su objetivo es recaudar 150 millones de libras o más para un fondo que cotiza en Londres y que aportaría capital inicial a proyectos de créditos de carbono a cambio de una parte previamente acordada de las compensaciones que luego venderá.
MacDonald espera que para 2030 el fondo haya recibido más de 20 millones de créditos, y confía en que “se convierta en un fondo de más de mil millones de dólares”.
El interés por invertir en proyectos que generen estos instrumentos creció junto con la preocupación por la oferta. “Se prevé una escasez en el suministro de créditos de carbono voluntarios tan pronto como en 2028”, dijo Richard Kelly, director gerente de Foresight Group, fondo de inversión que administra Foresight Sustainable Forestry Company.
Numerosos grupos trazaron planes con los que se aumentarán la cartera de créditos. Carbon Streaming —que cotiza en la bolsa canadiense y proporciona efectivo para proyectos a cambio del derecho a vender los créditos y quedarse con una parte de los ingresos— está en conversaciones con promotores para invertir hasta mil mdd en cerca de 100 proyectos a lo largo de varios años.
La firma espera recibir 20 millones de créditos al año a finales de esta década. Según el Berkeley Carbon Trading Project, que realiza un seguimiento del mercado, entre 2016 y 2021 todos los proyectos generarán un promedio de casi 150 millones de créditos al año.
Entre las empresas que buscan aumentar la cartera de proyectos a largo plazo se encuentra Green 14, una firma conjunta del grupo bancario de inversión Bacchus Capital y la organización de conservación Space for Giants. El grupo espera recaudar cientos de millones de dólares para financiar el desarrollo y la operación de 20 o más proyectos en África.
“Calculamos que podemos introducir en el mercado alrededor de 100 millones de toneladas de créditos en los próximos 25 años”, dijo Max Graham, director ejecutivo de Space for Giants.
Sin embargo, el mercado aún es poco regulado y fragmentado. La agencia de calificación crediticia BeZero advirtió del riesgo de que los proyectos de créditos de carbono no cumplan lo previsto: descubrió que 20% de los 208 proyectos a los que le dio seguimiento emitieron menos de la mitad de los créditos que los promotores pronosticaron. El promedio de emisión fue de 80 por ciento.
Organizaciones como Verra, que ofrecen acreditación de compensación de emisiones de carbono, también están inundadas de solicitudes. Según la firma, esto crea una acumulación de pedidos y con esto se demora la aprobación de nuevos proyectos y la emisión de créditos.
Los esfuerzos por conseguir tierras para desarrollar proyectos de créditos de carbono ya crearon tensiones en algunos lugares, como la Amazonia brasileña.
MacDonald dijo que los planes de sacar a bolsa un fondo este año se fueron por la borda debido a la recesión económica. El equipo está en conversaciones con un posible “inversionista clave” con experiencia en el comercio de materias primas, añadió.
Si los mercados de capitales hubieran sido menos volátiles este año, dijo Justin Cochrane, director ejecutivo de Carbon Streaming, “creo que habríamos visto una entrada mucho mayor en el mercado (por parte de las instituciones financieras)… de cara a los próximos tres a cinco años, se va a producir un cambio sustancial: más capital que entra a este sector”.
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