La producción de combustóleo de Pemex volvió a repuntar en enero en medio de un aumento en el procesamiento de crudo de sus seis vetustas refinerías locales, mientras que la producción de crudo siguió su lenta tendencia a la baja.
Las seis refinerías de la endeudada gigante estatal procesaron en enero 954 mil 085 barriles por día (bpd), un 14 por ciento más que en el mismo mes del año pasado y un 20 por ciento más que el promedio de todo el 2023, lo que representa un 56 por ciento de la capacidad conjunta de las plantas operativas, según las cifras más reciente de la empresa divulgadas el viernes por la tarde.
Sin embargo, ese repunte dejó un incremento del ocho por ciento interanual en enero en la producción de combustóleo a 312 mil bpd y del 20 por ciento más respecto al promedio del año pasado, mostrando nuevamente las dificultades de Pemex de mejorar su producción de petrolíferos a pesar de los anuncios de multimillonarias inversiones en rehabilitaciones en su refinerías.
La producción del contaminante combustóleo, usado ampliamente para generar electricidad, estuvo en enero por encima de la de gasolinas que fue de 307 mil 693 bpd, un 3 por ciento más que en el mismo mes del 2023. El año pasado promedió 252 mil 366 bpd.
Las cifras de Pemex también revelaron que en enero la producción de diésel fue de 192 mil 892 bpd, un 41 por ciento más interanual. La empresa no ofrece en sus reportes razones de los aumentos o disminuciones de sus cifras. El martes divulgará sus resultados financieros del 2023 y tendrá su conferencia con analistas.
Por otra parte, la empresa reveló una disminución de la producción de hidrocarburos líquidos, incluyendo crudo, condensados y líquidos de gas a 1.98 millón de bpd en enero del 2024 frente a 2.04 millones en mismo mes de año pasado a pesar de sus profusos anuncios de hallazgos exploratorios y de nueva producción.
Así, la producción de crudo siguió bajando para alcanzar mínimos en décadas a 1.549 millón bpd frente a 1.584 millón de bpd y la de condensados, que había compensado por muchos meses la de crudo, bajó a 280,281 bpd en enero del 2024, una disminución del 1.7 por ciento interanual.
La producción de condensados de Pemex se disparó en diciembre del 2022 de la mano de producción de campos nuevos y llegó a un máximo de 297 mil bpd en abril del 2023.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha invertido miles de millones de dólares durante su gestión para “rescatar” a Pemex, que asegura estaba prácticamente quebrada cuando él llegó al poder y reajustó varias veces sus metas de producción de hidrocarburos alegando que hay que producir sólo lo que se requiere para el país y procesarlo localmente.
Y a pesar de que las importaciones de gasolinas y diésel han bajado durante su administración, el país debe aún importar grandes cantidades de combustibles, alejando su meta de lograr la “soberanía energética” que implicaba que el país dejara de importar esos productos así como exportar crudo.
Pemex importó en enero pasado 340 mil bpd de gasolinas y 100 mil 826 bpd de diésel, un 9 por ciento y un 40 por ciento menos que en el mismo mes del 2023 respectivamente.
No obstante, la importaciones de gas natural se dispararon un 156 por ciento interanual a 738 mil 884 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd) en enero.
López Obrador reiteró la semana pasada que la autosuficiencia será alcanza hacia final de su sexenio, que acaba de 1 de octubre, al sumar la producción de la refinería de Pemex en Texas, Deer Park, así como la de Olmeca, que se espera inicie producción demoradamente en el primer trimestre del 2024.
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