Cristina Martínez y Álbaro Arizaleta, guitarrista y baterista de El Columpio Asesino respectivamente, recuerdan cómo fueron sus inicios en la década de los 90, cuando se empezaron a presentar en pequeños lugares de España.
“Era otro mundo, eran tascas donde muchas veces con apartar tres mesas y cinco sillas hacías un concierto. Nada que ver donde nos encontramos ahora, era algo underground”, explicó Álbaro Arizaleta en conferencia previa a los shows que ofrecieron el pasado 11 de octubre en el Frontón México, y el 12 en el Festival Pulso GNP de Querétaro, sus últimas fechas en nuestro país antes de su retiro de los escenarios.
Por más de dos décadas, El Columpio Asesino se ha establecido como una de las bandas representativas de la escena indie. Surgida en Pamplona, la agrupación se encuentra en la recta final de su camino, despidiéndose con la gira “Amarga baja”.
A México, la banda hizo una visita especial, luego de haberse presentado en la última edición del Vive Latino. “Han sido como una especie de sorpresa, porque pensábamos que ya no íbamos a volver”, comentó Arizaleta.
Siempre que hemos estado en México ha sido loco, explosivo, emocionante y apasionadoCristina Martínez
“Amamos al público mexicano por todo lo que nos da. Es un regalito que nos ha hecho la vidan”, dijo Cristina Martínez.
El columpio asesino se separa sin dejar pendientes en su carrera
A cuatro años de haber lanzado su último álbum, Ataque Celeste, los músicos aseguran irse tranquilos, al no dejar nada pendiente en el estudio, ni en sus ideas creativas.
“Hemos hecho lo que teníamos que hacer. Está todo muy bien en ese sentido”, apuntó Cristina Martínez.
El cierre del ciclo se acompaña de un punto crítico en la historia del grupo, en el que el bajista Daniel Ulecia perdió la vida a causa de una enfermedad. Inmersos en la gira, la banda incorporó a Íñigo Garcés, también conocido como Cabezafuego.
“Después de una enfermedad larga murió. No vimos otra persona más indicada para sustituirle. (Garcés) Estuvo con nosotros trabajando hace unos años las giras y nos acompañaba, nos ayudaba, no como músico, sino como ayuda de equipo”, dijo Martínez, agregando que ese cambio fue una de sus últimas voluntades de Ulecia, dejándola por escrito.
“Fue un acierto, porque es un ser de luz, es un ser extraordinario que nos da mucha energía, mucha fuerza, y la verdad que estamos viviendo esta etapa con él de una manera increíble”, añadió la guitarrista.
Para su futuro, de manera personal y apartados de El Columpio Asesino, los músicos no tienen en claro qué rumbo tomarán.
“Este proyecto de fin de gira y de despedida nos ha llevado tantísimo tiempo, que no nos ha dado tiempo a hacer nada más. Nuestro planteamiento es acabar la gira lo mejor posible y después nos tomaremos un tiempo para digerir estos años, todo lo que nos está pasando”, mencionó Cristina Martínez.
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