La estrategia de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbaum optó por centrar la atención a la inseguridad en los 10 municipios con mayor tasa de homicidios dolosos en el país para reducir la percepción de inseguridad, dijo Armando Vargas, coordinador del Programa de Seguridad de México Evalúa.
“Lo hizo explícito la presidenta en la estrategia, que es buscar precisamente mejorar la percepción de inseguridad, todavía más de lo que ha estado ocurriendo en los últimos años, y también mejorar la percepción frente al desempeño del Estado, particularmente de las Fuerzas Armadas como de las secretarías civiles en materia de seguridad”, dijo el investigador.
El Sol de México publicó hoy que la Estrategia de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbaum redujo de 50 a 10 municipios los considerados prioritarios, lo que dejó afuera a demarcaciones como Fresnillo, Salamanca y Ecatepec. Estos 10 municipios, que incluyen a Acapulco, Colima y León, concentran 25.3 por ciento de los homicidios dolosos a nivel nacional.
“Al centralizar la intervención sobre municipios altamente violentos es más probable que haya un efecto reductor sobre la percepción de inseguridad porque el gobierno tiene mayor ‘material’, por así decirlo, para presumir logros”, dijo Vargas en entrevista con este diario.
El especialista afirmó que hubo un cambio en la narrativa en la nueva estrategia de seguridad con respecto a la del sexenio pasado al abandonar la consigna de “abrazos no balazos” y atender puntualmente los territorios con mayor incidencia de homicidios dolosos, pero también al atender problemas como el cobro de piso y la extorsión, sobre los cuales argumenta Vargas, no se presentaron detalles sobre el diagnóstico.
“Tanto en la presentación de la estrategia nacional de seguridad pública, como en los documentos que se han difundido, no hay demasiados detalles sobre el diagnóstico, es decir, no conocemos a profundidad cuáles son los estudios que fundamentan las estrategias que se van a implementar al inicio de esta administración. No obstante, al menos se nos dice que uno de los objetivos fundamentales es reducir la violencia de mayor impacto social, no solamente el homicidio doloso, sino también, por ejemplo el cobro de piso y la extorsión.”
El también Investigador Nacional Emérito explicó que recortar de 50 a 10 municipios tiene que ver con un argumento reductivo y técnico de focalizar la intervención en los problemas más intensos que se vive en los territorios.
“En este sentido, sí serían tiros de precisión, aunque insisto, para apoyar esta versión, habría que conocer con más detalle cuáles fueron los criterios, en su conjunto, que llevaron a la definición de estos territorios. Porque si bien podemos tener datos del homicidio doloso, aún con sus deficiencias, no sabemos con claridad cuáles son las métricas sobre la extorsión, sobre el cobro de piso, sobre otros delitos que llevaron a la definición de estos territorios”.
Vargas aseguró que hay más continuidades que diferencias en la estrategia presentada por Sheinbaum incluso con respecto a la de sexenios anteriores.
“Esta narrativa de coordinación, esta narrativa de inteligencia, esta narrativa de fortalecimiento de la Guardia Nacional, que en el fondo no es otra cosa más que militarización, pues es algo que escuchamos todos los sexenios al menos en la historia reciente, del año 2000 hacia acá, todo inicio de gobierno empieza con estos principios”.
En este sentido, el investigador aseguró que el principal reto que enfrentará la presidenta será homologar los intereses políticos, económicos y sociales de todas las corporaciones de seguridad civiles con las corporaciones militares, que no son simplemente un instrumento del Estado.
“El principal reto de Claudia Sheinbaum en materia de seguridad no solamente es el avance territorial del crimen organizado, sino también el contexto político que hoy la tiene muy condicionada y que heredó de la militarización del sexenio anterior”.
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