En noviembre de 2024, PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) compartió videos e imágenes que muestran abusos sexuales y físicos a pavos en instalaciones de Butterball, el mayor productor de pavos congelados en Estados Unidos.
De acuerdo con la investigación, un miembro de PETA se infiltró en una planta de la compañía y captó escenas alarmantes, como trabajadores introduciendo sus dedos en las “partes íntimas” de los pavos, lo que constituye abuso sexual, además de golpes y patadas constantes.
En otro video, de 2006, se ve a empleados de Butterball golpeando a los pavos contra jaulas de metal, pisoteándoles la cabeza y cometiendo actos similares de crueldad. Este no es un caso aislado; en 2017, PETA ya había denunciado abusos en una planta de Arkansas, señalando un patrón de violencia física y sexual hacia las aves.
“¿Sabes qué le pasó a tu pavo Butterball antes de que lo mataran?” es el mensaje con el que PETA ha difundido estas imágenes, coincidiendo con el Día de Acción de Gracias, cuando el consumo de pavos se dispara en Estados Unidos.
Butterball respondió asegurando que los videos son antiguos y no reflejan sus prácticas actuales. Según su comunicado, el material compartido fue grabado antes de que la empresa se convirtiera en privada y obtuviera su certificación de American Humane, que incluye inspecciones regulares para garantizar el bienestar animal. Sin embargo, PETA insiste en que los abusos son sistemáticos y piden medidas inmediatas.
El tema del maltrato animal sigue generando indignación pública, y las acciones de empresas como Butterball plantean serias dudas sobre la ética de la producción de carne y el cumplimiento de normas de bienestar animal.
Miles de personas han reaccionado en redes sociales denunciando estos actos:
•“Qué asco lo que hacen estos hombres con los pavos.”
•“Es pura tortura animal.”
•“No sé qué parte es peor: lo insalubre del acto o el abuso a los pobres animales.”
•“Acabo de perder la fe en la humanidad.”
Con estas denuncias, PETA busca no solo informar al público, sino también impulsar leyes más estrictas y promover un consumo consciente y libre de crueldad animal.