El conflicto entre Marianne Gonzaga y su expareja, José Said Manuel Becerril, escaló nuevamente luego de que él la acusara públicamente de conductas que presuntamente ponían en riesgo a su hija Emma, en medio de una batalla legal por la custodia de la menor. A pesar de que una jueza otorgó recientemente la guardia a Gonzaga, Becerril sostiene que la influencer debe entregar a la bebé y que su negativa podría derivar en problemas legales adicionales.
De acuerdo con las declaraciones de Becerril y su padre —quien funge como su abogado— la prioridad es proteger el bienestar de Emma. Afirmaron que si Gonzaga no se retracta de lo que consideran “falsedades”, iniciarán acciones legales en su contra. Además, solicitaron una evaluación clínica para determinar si la influencer está en condiciones de cuidar a la niña.
En una entrevista para el programa de Nacho Lozano, el joven relató que durante la detención de Gonzaga él y su familia asumieron la manutención y el cuidado físico de la bebé. Aseguró que, tras la liberación de la influencer, ella recuperó la custodia mediante acusaciones de violencia que derivaron en que las autoridades retiraran a Emma de su hogar en un operativo nocturno.
Becerril también acusó a Gonzaga de episodios que, según él, comprometían la integridad de la menor. Afirmó haber presenciado agresiones físicas, mencionó que Emma se le cayó del lavabo tras un momento de estrés y aseguró que Gonzaga fumó vape durante el embarazo y la lactancia, además de consumir alcohol durante viajes a Cancún. Señaló que la influencer utilizaba a la niña como “un accesorio”.
Estas acusaciones se desarrollan en un contexto de antecedentes legales que rodean a Gonzaga, quien fue condenada en 2025 por apuñalar a la modelo Valentina Gilabert en un condominio del sur de Ciudad de México. En ese caso, la víctima recibió entre 13 y 16 puñaladas, y tras cinco meses en reclusión, Gonzaga obtuvo libertad asistida bajo régimen de menores.
Ante la nueva ola de señalamientos, Marianne respondió mediante redes sociales y aseguró que no ha sido notificada personalmente de ninguna orden relacionada con la entrega de su hija. Explicó que, sin notificación formal, legalmente no existe desacato ni sustracción. Afirmó que continúa siguiendo los procedimientos legales en la búsqueda de mantener la custodia de Emma, quien cumplió un año el pasado 26 de julio.
La disputa sigue abierta y mediática, mientras ambas partes aseguran actuar por el bienestar de la menor. El caso continúa desarrollándose conforme avanza el proceso judicial.




