Con un control de Xbox en la mano, la diputada Iraís Reyes subió a la tribuna de la Cámara de Diputados para dejar claro que los videojuegos no tienen relación con la violencia en México.
Esto ocurrió justo cuando se discute la aprobación de un nuevo impuesto del 8% a los videojuegos, incluido en el Paquete Económico 2026, medida que ya fue avalada por la Comisión de Hacienda.
Bajo el lema “Game Over a la censura”, la legisladora de Movimiento Ciudadano criticó el impuesto y defendió a la comunidad gamer, señalando que no hay pruebas de que los videojuegos provoquen delincuencia o agresividad, comparando el caso con países como Japón, donde se juega más y hay menos violencia.
“Como si jugar fuera un problema de salud pública… Nadie se hace violento por jugar, ni se vuelve criminal por sobrevivir al apocalipsis en The Last of Us o lanzar un Fatality en Mortal Kombat. La ficción no produce delincuentes”, dijo durante su discurso.
Reyes calificó la medida como una estrategia recaudatoria disfrazada de preocupación social, advirtiendo que podría ser el primer paso para gravar también series, pódcasts u otros contenidos de entretenimiento.
De aprobarse la propuesta, el impuesto entraría en vigor el 1 de enero de 2026, justo antes del lanzamiento del esperado videojuego Grand Theft Auto VI, que podría superar los 2,200 pesos en México con el nuevo gravamen.




