Luigi Mangione, un programador de 26 años, ha sido acusado del asesinato del CEO de United Healthcare, Brian Thompson, en un caso que pone en el centro de atención la creciente amenaza de las armas de fuego impresas en 3D. La detención de Mangione en un McDonald’s de Altoona, Pensilvania, y las pruebas encontradas en su contra destacan no solo el avance tecnológico de estas armas, sino también sus implicaciones sociales y legales.
El arma recuperada, identificada como una Chairmanwon V1, es una modificación del diseño FMDA 19.2 (“Free Men Don’t Ask”), una pistola fantasma parcialmente impresa en 3D que combina componentes comerciales y piezas hechas en casa. Diseñada originalmente en 2021 por el grupo Deterrence Dispensed, la FMDA 19.2 se ha convertido en un referente en la comunidad de armas impresas por su fiabilidad y facilidad de construcción. Según expertos, esta tecnología permite a personas sin experiencia en fabricación de armas crear modelos funcionales y prácticos, evadiendo las regulaciones de control de armas.
Pruebas y motivaciones
La policía encontró casquillos de bala en la escena del crimen con palabras grabadas como “deny” (negar), “defend” (defender) y “depose” (deponer), lo que apunta a una declaración política por parte del acusado. Además, un cuaderno manuscrito hallado en su poder detallaba un plan para atacar a un ejecutivo durante una conferencia de contadores en Manhattan, expresando desdén por el sector de los seguros médicos, al que calificó de “parasitario” y motivado por la avaricia corporativa.
Mangione, quien trabajó como ingeniero de datos y padecía dolores crónicos de espalda, también había mostrado interés en ideas libertarias y la tecnología de impresión 3D. En el momento de su detención, portaba identificación falsa y un manifiesto en el que declaraba haber actuado solo, reiterando su protesta contra el sistema de salud estadounidense.
Impacto en el debate sobre armas
El uso de un arma impresa en 3D en un crimen de alto perfil subraya la amenaza emergente que estas representan para las fuerzas de seguridad y el control de armas. Cody Wilson, fundador de Defense Distributed, destacó que modelos como la FMDA 19.2 han evolucionado significativamente desde la aparición de la primera pistola totalmente impresa en 3D, la “Liberator”, en 2013. Estas armas pueden disparar cientos de veces sin comprometer su integridad estructural, lo que las hace altamente funcionales.
Las autoridades continúan investigando cómo Mangione obtuvo los componentes del arma y su decisión de utilizarla en este crimen. Mientras tanto, grupos pro-derechos de armas y defensores del control de armas se enfrentan en un renovado debate sobre cómo regular una tecnología que permite a cualquier persona con una impresora 3D y acceso a diseños en línea fabricar armas imposibles de rastrear.
El próximo paso legal
Mangione enfrenta cargos por asesinato, así como por posesión ilegal de armas y falsificación de documentos. Actualmente se encuentra detenido sin derecho a fianza en Pensilvania mientras las autoridades gestionan su extradición a Nueva York.
Este caso marca un hito en el análisis del impacto de las armas de bricolaje y su intersección con problemáticas sociales como la salud, la desigualdad y el control de armas, abriendo un nuevo capítulo en la discusión sobre seguridad pública y derechos individuales.