Ciudad de México /
Obtuvo dinero de venta de drogas, fungió como mensajera y operadora del Cártel de Sinaloa e incluso fraguó, en 2015, el escape de Joaquín El Chapo Guzmán, su esposo, del penal del Altiplano, según autoridades estadunidenses. Este 13 de septiembre, Emma Coronel, salió de prisión, informó el Buró Federal de Prisiones, de Estados Unidos.
Aún le restarán 4 años de libertad supervisada y, según ordenó el juez que la sentenció, deberá obtener un empleo, informar donde vivirá, no portar armas ni sustancias nocivas y entregar una prueba de su ADN, entre otras cosas.
El 30 de noviembre de 2021, Coronel fue sentenciada a 3 años de prisión por 3 cargos relacionados con lavado de dinero, tráfico de drogas e involucramiento con un capo de la droga tras llegar a un acuerdo de culpabilidad, plazo que vence este miércoles. Además, debió pagar un millón y medio de dólares. El 22 de febrero se anunció su detención en el Aeropuerto Internacional de Dulles, en Virginia.
Los últimos meses de su condena, Coronel los cumplió en confinamiento comunitario supervisado en el Complejo Residencial de Reinserción de Long Beach, en California, diseñado para permitir a los presos cercanos a su liberación construir de nuevo lazos con la comunidad a través de consejerías, apoyo para conseguir empleo, continuación de talleres que tuvieron los internos en prisión e incluso programas de abandono de abuso de sustancias, además de poder obtener prisión domiciliaria si demostraba tener una casa y ya no tener mayores cuentas que rendir ante la justicia.
La fiscalía estadunidense había pedido cuatro años de prisión en contra de Coronel, quien a pesar de la seriedad de sus crímenes, fue catalogada como “un diente en el gran engranaje de una organización criminal muy poderosa.”
Según la acusación en su contra, un testigo colaborador, que es Dámaso López Núñez, El Licenciado, quien fue uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, aseguró que Los Chapitos -Ovidio, Iván, Jesús y Joaquín Guzmán-, participaron en la organización de la fuga de su padre del Penal del Altiplano, en el Estado de México, el 11 de julio de 2015.
Para ello contrataron ingenieros que construyeron un túnel, desde la parte inferior de la regadera de la celda de El Chapo hasta un terreno que había sido comprado. También consiguieron un reloj con GPS para poder rastrear su ubicación durante la huida del ex líder del Cártel de Sinaloa.
El Licenciado dijo que incluso habían analizado la posibilidad de que escapara nuevamente en 2016, pero finalmente fue trasladado al penal de Ciudad Juárez, Chihuahua, y luego extraditado a Estados Unidos.
Agentes estadunidenses dicen que desde el penal del Altiplano, Guzmán Loera envió una carta en 2014 a Emma Coronel y sus 4 hijos, en el que les dijo que debían ponerse de acuerdo para controlar aspectos financieros del cártel.
Según los fiscales, Coronel también funcionaba como mensajera entre El Chapo y miembros del cártel mientras su esposo se encontraba en prisión… y recibió dinero de la venta de drogas para solventar algunos gastos: “Desde el día de su boda hasta el día de su arresto (…) se benefició de ganancias del tráfico de drogas”, aseguró la fiscalía estadunidense en el expediente en contra de Coronel.
Coronel se casó con Joaquín El Chapo Guzmán en 2007, cuando ella tenía 18 años y había ganado un concurso de belleza en Durango. Es la tercera esposa del capo mexicano y ambos tienen dos hijas gemelas, quienes incluso asistieron a algunas audiencias del juicio a su padre en Nueva York.
De hecho Guzmán Loera solicitó a través de una carta que se le permita a su esposa Emma y a sus dos hijas visitarlo en la prisión de súper máxima seguridad de Florence, Colorado, donde cumple su condena de por vida por narcotráfico.
LG
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