Europa atraviesa un aumento significativo de casos de gripe H3N2 provocado por la variante K, una mutación con siete cambios adicionales en la proteína de hemaglutinina que incrementan su capacidad de contagio y disminuyen la eficiencia inmunológica de las vacunas actuales. La patóloga argentina Marta Cohen, radicada en Reino Unido, explicó que esta combinación ha generado un brote con circulación acelerada y temprano inicio en varios países europeos.
La Organización Panamericana de la Salud instó a los países de América Latina a prepararse de manera anticipada, advirtiendo sobre la alta circulación del subtipo A(H3N2) en Canadá, Estados Unidos y gran parte de Europa. La entidad subrayó la importancia de reforzar la organización hospitalaria y ajustar los planes de respuesta ante la inminente temporada de virus respiratorios en el hemisferio norte, que funciona como indicador para el sur.
En Europa, el impacto ya es notable. Inglaterra estima hasta 8.000 hospitalizaciones por gripe en una semana, cifras no registradas desde 2010. España reporta una incidencia diez veces mayor que la del año anterior, mientras que Alemania, Reino Unido y Estados Unidos aumentaron recursos hospitalarios ante el avance de la variante. La coexistencia del virus sincitial respiratorio y de SARS-CoV-2 agrava la presión sobre los sistemas de salud y complica los diagnósticos.
Especialistas señalan que la variante K se expandió rápidamente desde su detección inicial en Australia en agosto. Actualmente circula en al menos 34 países y provocó un aumento del 56% de infecciones en comparación con la misma época del año anterior. Aunque la eficacia de la vacuna antigripal ronda el 65%, los expertos coinciden en que sigue siendo esencial para reducir hospitalizaciones y casos graves.
Las medidas recomendadas incluyen asegurar la vacunación anual en grupos de riesgo —bebés, embarazadas, adultos mayores, inmunocomprometidos y personas con enfermedades crónicas—, además del uso de cubrebocas ante síntomas respiratorios, ventilación continua y trabajo remoto en casos positivos. En escuelas con alta transmisión, se sugiere reforzar la higiene de manos y mantener espacios abiertos.
En Sudamérica, aún no se han registrado casos de la variante K. Sin embargo, las proyecciones indican que podría llegar hacia marzo, coincidiendo con el otoño. Expertas como Cohen y la infectóloga Elena Obieta sostienen que adelantar la campaña de vacunación un mes sería clave para disminuir el impacto de una posible introducción del virus. También recuerdan que la región tiene la ventaja de observar el comportamiento del brote en el hemisferio norte, lo que permite anticipar medidas y proteger a los grupos vulnerables.
Los síntomas más frecuentes asociados a la variante incluyen fiebre alta súbita, tos seca, dolor muscular intenso, fatiga extrema y malestar gastrointestinal. Los especialistas recomiendan pruebas diagnósticas combinadas debido a la similitud con COVID-19 y advierten que, aunque los cuadros suelen ser leves en niños, su papel en la transmisión es importante. En adultos, la enfermedad puede evolucionar hacia formas más severas.
Diversos países han activado protocolos de contingencia para evitar la saturación hospitalaria. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades advierte que la simultaneidad de virus respiratorios podría comprometer la atención de otras patologías si la presión actual se mantiene. Desde la OMS, Marc-Alain Widdowson recordó que, incluso frente a cepas evolucionadas, la vacuna antigripal continúa ofreciendo protección significativa contra la enfermedad grave y la mortalidad.




