El gigante del comercio electrónico Shein anunció la prohibición mundial de la venta de muñecas sexuales en su plataforma, luego de recibir duras críticas por permitir que se ofrecieran productos con apariencia infantil. La decisión se produce tras un escándalo desatado en Francia, donde el organismo de defensa del consumidor advirtió sobre el carácter potencialmente pornográfico e ilegal de dichas publicaciones.
Las denuncias que desataron el escándalo
El fin de semana, la Dirección General de Competencia, Consumo y Lucha contra el Fraude (DGCCRF) de Francia expresó su preocupación por la descripción y categorización de las muñecas que aparecían en el sitio de Shein. El organismo señaló que estos productos dejaban “pocas dudas sobre la naturaleza de pornografía infantil del contenido”, lo que generó una ola de indignación pública y la intervención de las autoridades judiciales.
Poco después, la Fiscalía de París confirmó haber recibido denuncias relacionadas no solo con Shein, sino también con otras plataformas de venta online como AliExpress, Temu y Wish, en torno a la venta de muñecas sexuales con apariencia infantil. La investigación fue remitida a la agencia francesa encargada de prevenir la violencia contra menores.
La respuesta inmediata de Shein
En un comunicado difundido el lunes, Shein informó que suspendió de manera permanente todas las cuentas de vendedores vinculadas a muñecas sexuales ilegales o que no cumplen con la normativa vigente. Asimismo, anunció que reforzará los controles de publicación y verificación de productos en toda su plataforma global.
La empresa también explicó que, por precaución, eliminó temporalmente su categoría de productos para adultos mientras se lleva a cabo una revisión exhaustiva de todos los anuncios. “La lucha contra la explotación infantil es innegociable para Shein”, aseguró su presidente ejecutivo, Donald Tang, quien añadió que la compañía “tomará medidas rápidas y decisivas contra los responsables”.
Shein confirmó además que ha eliminado de su sitio todos los anuncios, imágenes y descripciones relacionadas con las muñecas sexuales y que está rastreando el origen de los productos para identificar a los vendedores involucrados. “Se trataba de anuncios de terceros, pero me lo tomo como algo personal”, señaló Tang.
Medidas de control reforzadas
Como parte de su estrategia para evitar futuros incidentes, la empresa indicó que ha actualizado y ampliado su lista negra de palabras clave dentro del sistema automatizado de moderación de contenido, con el objetivo de impedir que los vendedores intenten eludir las restricciones mediante descripciones ambiguas o disfrazadas.
Además, Shein aseguró que fortalecerá su equipo de revisión humana, que verificará de manera manual los productos sospechosos, especialmente aquellos que se relacionen con categorías sensibles o restringidas.
Repercusiones legales y políticas
El caso ha generado fuertes reacciones dentro del gobierno francés. El ministro de Finanzas, Roland Lescure, advirtió públicamente a la empresa que podría prohibirse su entrada y comercialización en Francia si continuaba permitiendo la venta de productos con rasgos infantiles o con potencial de fomentar la explotación sexual.
Esta advertencia ocurre apenas días antes de la inauguración de la primera tienda permanente de Shein en París, ubicada en los grandes almacenes BHV, frente al Ayuntamiento de la ciudad. En ese mismo lugar, manifestantes se congregaron para protestar contra la marca, exigiendo mayor regulación y denunciando la falta de controles éticos en las plataformas digitales de comercio electrónico.
Un historial de polémicas
La controversia por las muñecas sexuales se suma a una larga lista de críticas hacia Shein. La marca, conocida por su modelo de “moda rápida”, ha sido acusada en reiteradas ocasiones por su impacto ambiental, el uso intensivo de materiales contaminantes y las precarias condiciones laborales de los trabajadores que fabrican sus productos en distintas partes del mundo.
Organizaciones ambientales y de derechos humanos han señalado que la empresa opera bajo un esquema de producción masiva y desechable, lo que genera enormes volúmenes de residuos textiles y emisiones de carbono.
En años recientes, Shein ha intentado mejorar su imagen pública a través de campañas de responsabilidad social y colaboraciones con influencers, pero los expertos señalan que los problemas estructurales de su modelo de negocio persisten.
Un llamado global a la responsabilidad digital
El escándalo actual vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de regular las plataformas internacionales de comercio electrónico y de exigirles una mayor supervisión ética sobre los productos que se ofrecen, especialmente aquellos que pueden afectar o vulnerar los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Diversas organizaciones de protección a la infancia celebraron la decisión de Shein de retirar los productos, pero advirtieron que las acciones reactivas no son suficientes y que es necesario establecer sistemas de control preventivo, además de sanciones más severas para los vendedores y plataformas que lucren con contenido sexualizado infantil.
Con esta decisión, Shein busca contener el daño reputacional y enviar un mensaje de tolerancia cero frente a la explotación infantil. Sin embargo, la confianza del público y de las autoridades internacionales podría tardar en recuperarse.




