Un nuevo accidente mortal relacionado con selfies extremas ha conmocionado a la comunidad montañista. Un excursionista falleció en el monte Nama, en China, tras soltarse del arnés para tomarse una fotografía y caer más de 200 metros, informaron los medios Tribuna de la Bahía y LaIguana.TV.
El accidente
De acuerdo con Tribuna de la Bahía, el hecho ocurrió el 28 de septiembre de 2025, en una zona fuera de los límites permitidos. Las primeras investigaciones señalan que el alpinista, aún no identificado, se desató del arnés para capturar una selfie, pero perdió el equilibrio y cayó por una pendiente helada.
El cuerpo fue hallado a 5,300 metros de altitud en un área de difícil acceso, lo que obligó a un complejo operativo de rescate. Mientras tanto, LaIguana.TV reportó que el hombre intentaba tomar una fotografía de sus amigos, aunque otras fuentes aseguran que se trató de una selfie personal.
Un entorno extremo
El monte Nama, con 5,588 metros de altura, es parte del macizo Gongga y se considera una de las cumbres más exigentes de China. El terreno técnico y el clima impredecible requieren equipo especializado, experiencia y respeto estricto a las normas de seguridad.
El hecho de que la víctima se encontrara en una zona prohibida refuerza el peligro de ignorar las restricciones establecidas para proteger a los excursionistas.
Reacciones y debate
El accidente, grabado en video y viralizado en redes sociales, generó una fuerte discusión entre internautas y expertos en alpinismo. Mientras algunos usuarios criticaron la obsesión por las selfies extremas, otros destacaron la necesidad de reforzar la conciencia sobre seguridad en actividades de aventura.
Montañistas consultados por Tribuna de la Bahía advirtieron que romper protocolos de seguridad en alta montaña puede tener consecuencias fatales. La tragedia reabre el debate sobre los límites de la exposición en redes sociales frente a la vida misma.
Muertes por selfies extremas
Este no es un caso aislado. Apenas hace unas semanas, la atleta rusa Elizaveta Gushchina, de 45 años, murió tras resbalar mientras intentaba una selfie sin equipo de seguridad durante un salto extremo.
Ambos casos evidencian un fenómeno global: la búsqueda de la “imagen perfecta” en escenarios peligrosos puede terminar en tragedia. Los expertos insisten en que ninguna foto vale una vida y que la prevención debe ser la prioridad en cualquier actividad de alto riesgo.