La cosa se puso todavía más tensa en Medio Oriente. Irán respondió al bombardeo que le hizo Estados Unidos este fin de semana atacando la base aérea más importante de EE.UU. en la región: Al Udeid, en Qatar. El ejército iraní lanzó diez misiles balísticos contra esa base, aunque ya no había personal estadounidense ahí desde el 17 de junio.
Durante la tarde se escucharon varias explosiones en Doha, la capital de Qatar, y se cerró el espacio aéreo como medida de seguridad. “Las autoridades competentes de Qatar anuncian la suspensión temporal del tráfico aéreo en el espacio aéreo del país, con el fin de garantizar la seguridad de los ciudadanos, residentes y visitantes”, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores.
La televisión estatal de Irán, IRIB, también dijo que otro misil impactó en una base de EE.UU. en Irak y que ha comenzado la llamada ‘Operación Basharat al-Fath’ contra bases estadounidenses. La base de Al Udeid es clave para las operaciones aéreas del ejército estadounidense en toda la región. En Irak, antes del ataque, se activaron sistemas de defensa aérea en la base de Ain al-Asad y mandaron al personal a los búnkers.
“En respuesta al ataque estadounidense contra las instalaciones nucleares pacíficas de Irán, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) anunció que ha lanzado un potente ataque con misiles contra la base aérea de Al-Udeid en Qatar, la mayor base militar estadounidense en Asia Occidental. Los ataques futuros podrían provocar la caída tanto de la infraestructura militar estadounidense en la región como del régimen sionista”, declaró el ejército iraní.
Por su parte, Qatar dice que su sistema de defensa logró frenar el ataque, aunque Irán insiste en que la base fue destruida. De cualquier forma, Qatar condenó la agresión y dijo que fue una “clara violación de su soberanía, su espacio aéreo y del derecho internacional”, y dejó claro que se reserva el derecho de responder de manera proporcional si lo considera necesario.