Sicilia, Italia – El volcán Etna, uno de los más activos y emblemáticos de Europa, volvió a entrar en erupción la madrugada del lunes 2 de junio de 2025, generando una imponente columna de humo y ceniza que alcanzó aproximadamente cinco kilómetros de altura.
La actividad comenzó alrededor de las 2:39 a.m. hora local, cuando se detectaron temblores volcánicos a una altitud de unos 2,800 metros. Minutos después, se registraron explosiones de tipo estromboliana, caracterizadas por emisiones intermitentes de lava y gases, que evolucionaron rápidamente hacia una fuente de lava más continua.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia explicó que la erupción fue causada por el colapso parcial del cráter sureste del volcán, lo que provocó flujos piroclásticos y corrientes de lava. A pesar de la fuerza del fenómeno, las autoridades locales informaron que no existe peligro inmediato para la población, pues los flujos de lava se han detenido en el Valle del León, una zona natural que actúa como barrera natural.
La erupción coincidió con un feriado nacional en Italia, lo que provocó que numerosos turistas se encontraran en las laderas del volcán cuando comenzó la explosión. Videos difundidos en redes sociales muestran a excursionistas huyendo rápidamente mientras la lava y las columnas de humo ascendían al cielo, generando momentos de pánico.
Aunque el aeropuerto de Catania continúa operando con normalidad, se ha emitido una alerta roja para la aviación debido a la presencia de ceniza en la atmósfera. Las autoridades han recomendado evitar acercarse al volcán por la naturaleza impredecible de su actividad.
Esta erupción es la más significativa desde 2014 y pone en evidencia la continua actividad del Etna, un volcán conocido por su frecuencia eruptiva y por su impacto en las comunidades cercanas.