Después de un desafiante papel en la miniserie “The Crowed Room”, Tom Holland decide tomarse un descanso de la actuación para cuidar su salud mental y disfrutar de una vida más tranquila como un joven de 27 años.
Aunque la serie fue difícil emocionalmente, Holland valora la experiencia y ha invertido su tiempo libre en viajar, pasar tiempo con su familia y amigos, jugar al golf e incluso cuidar de plantas.
Además, ha tomado la decisión de dejar de consumir alcohol.




