Lo que debía ser una canción más en su gira Las Mujeres Ya No Lloran World Tour terminó convirtiéndose en un momento histórico.
Mientras interpretaba “Última”, la emoción la venció y no pudo seguir cantando… pero miles de voces en el Estadio Corregidora tomaron el micrófono por ella. Bajo la lluvia, Shakira lloró, sonrió y se entregó a su público como nunca antes.
Un instante que nos recuerda que la música no solo se escucha, se siente y se comparte.
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