Introducción
Tylor Chase, conocido por interpretar a Martin Qwerly en El Manual de Supervivencia Escolar de Ned de Nickelodeon (2004-2007), ha vuelto a ser noticia en días recientes tras ser visto viviendo en situación de calle en Riverside, California. Su historia, que mezcla fama infantil, enfermedades mentales y adicciones, ha generado profunda reflexión sobre la vulnerabilidad de quienes crecieron en el ojo público.
Diagnóstico y lucha familiar
Según declaraciones de su padre, Joseph Mendez Jr., la situación de Chase no es reciente ni simple. Desde hace más de una década, el exactor ha enfrentado diagnósticos de trastorno bipolar y esquizofrenia, condiciones de salud mental que requieren tratamiento constante y apoyo profesional. Además, su lucha con el uso de sustancias ha complicado cualquier intento de recuperación estable.
La familia ha buscado en múltiples ocasiones atención médica para él. En 2021, Chase ingresó a un centro de rehabilitación en Georgia, donde mostró ciertos avances. Sin embargo, con el tiempo decidió abandonar la medicación y volvió a recaer en el consumo de drogas, lo que lo llevó nuevamente a las calles al regresar a California para estar cerca de su madre.
Rechazo de ayuda y vida actual
A pesar de los esfuerzos, el padre lamenta que Tylor continúe rechazando ayuda permanente. Autoridades locales y organizaciones han intentado acercarse para ofrecerle refugio temporal y tratamiento, pero él ha preferido mantenerse independiente, aunque en condiciones de vulnerabilidad.
A través de entrevistas divulgadas por medios internacionales, Chase ha negado en ocasiones sentirse “activo en situación de calle” y expresó sus deseos de posiblemente reunirse con su padre en Georgia. También ha mencionado que toma una variedad de medicamentos que dice haber sido recetados por un profesional, aunque su situación sigue siendo precaria.
Reacciones y apoyo desde la comunidad
La comunidad de entretenimiento ha observado el caso con tristeza. Algunos excolegas y figuras del medio han intentado tender una mano, incluyendo la oferta de espacios en instalaciones de detox y opciones de tratamiento a largo plazo. Sin embargo, la decisión final de aceptar este tipo de ayuda recae únicamente en Tylor.
Conclusión
El caso de Tylor Chase invita a reflexionar sobre la complejidad del cuidado de la salud mental, especialmente en personas que vivieron la fama desde jóvenes. Detrás de cada rostro conocido hay una historia humana que no siempre es visible entre cámaras y aplausos, y en este caso, la familia continúa luchando para que él reciba el apoyo que tanto necesita.




