Fátima Bosch, modelo tabasqueña de 25 años y licenciada en Diseño de Moda, ganó Miss Universo 2025 y se volvió tendencia mundial no solo por su triunfo, sino por el escándalo que surgió durante el certamen. Su historia llamó aún más la atención porque vive con dislexia y TDAH, algo que ha usado para impulsar causas de “empoderamiento y servicio”.
Antes de Miss Universo, Bosch ya destacaba por su trabajo en moda sostenible y por su voluntariado con niños enfermos, migrantes y proyectos de salud mental. Aunque ganó Miss Universo México, llamó la atención que solo cuatro concursantes la felicitaron, mostrando tensiones previas dentro del certamen.
El conflicto estalló cuando Nawat Itsaragrisil, directivo regional del concurso, la regañó públicamente por no subir suficiente contenido promocional, llegando a llamarla “tonta”, aunque después lo negó. Tras responder, Bosch fue escoltada por seguridad, lo que provocó que otras concursantes abandonaran la sala en apoyo. La situación se viralizó y hasta la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, la respaldó calificando el hecho como una “agresión”.
Miss Universo limitó la participación de Nawat y este ofreció disculpas, aunque el certamen seguía envuelto en polémica. A esto se sumó la renuncia del jurado Omar Harfouch, quien denunció falta de transparencia y acusó a la organización de manipular la selección de semifinalistas. Otros jueces también se retiraron o no asistieron, alimentando aún más las críticas.
Las dudas crecieron después de la coronación de Bosch, ya que la organización evitó responder preguntas sobre el supuesto fraude. Páginas especializadas cuestionaron la legitimidad del resultado y pidieron volver a implementar mecanismos de verificación como auditorías externas. A pesar de todo, Bosch mantuvo su postura firme de que nadie puede “callar la voz” de mujeres empoderadas, convirtiéndose en un símbolo dentro y fuera del certamen.




