Itzel Díaz González fue encontrada muerta dentro de la casa de un joven con quien había salido a cenar el martes 7 de octubre en Ozumba, Estado de México.
Las autoridades informaron que su cuerpo estaba dentro de una cisterna llena de agua en el hogar del hombre (identidad resguardada), quien también era su compañero de trabajo.
El jueves, alrededor de las 13:00 horas, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) cateó la vivienda en Tepetlixpa, en la región de los volcanes.
El miércoles 8 de octubre, el joven se presentó voluntariamente ante el Ministerio Público para deslindarse, ya que fue la última persona que vio a Itzel, pero aseguró no saber nada sobre su desaparición ni estar involucrado. Sin embargo, las investigaciones llevaron al hallazgo del cuerpo de la joven.
“Ya se hizo el hallazgo del cuerpo y ahora vamos a estar pendientes de cómo se va a llevar el procedimiento, la familia pide justicia, el pueblo pide justicia este tipo de situaciones son aberrantes”, declaró el diputado Valentín Castillo.
Tras la noticia, vecinos y autoridades, incluyendo Guardia Nacional y seguridad estatal, realizaron búsquedas en distintos puntos del municipio.
El hallazgo provocó protestas: más de 200 personas salieron a las calles, fueron al Palacio Municipal, tocaron las campanas de la iglesia y causaron destrozos, lanzando muebles desde los balcones e incluso derribando el zaguán de la casa del presidente municipal. Hasta el momento no hay detenidos.
Itzel había pedido permiso a sus padres para salir a cenar con un amigo del grupo musical donde ella cantaba. Su madre contó que normalmente la joven enviaba su ubicación y mensajes cada media hora, pero ese día dejó de hacerlo.
“Después de ahí de que ella salió como a la media hora yo le mandé mensaje y le dije ‘¿Estás bien?’ y ya jamás los mensajes llegaron”, explicó la madre en redes sociales.