Naida Jorge, una mujer de 54 años que vivía en el barrio Fordham Heights del Bronx, fue arrestada el 24 de julio por ayudar en el asesinato de Princesa Encarnación-Soto, de 21 años. El principal sospechoso es su hijo, Robert Strother, de 27 años, quien sigue prófugo.
“La policía de Nueva York informó que Naida Jorge intentó encubrir el crimen” que ocurrió en el departamento donde vivía con su hijo y la víctima. “Usó químicos para limpiar la sangre, le cambió la ropa a la joven y tiró la ropa manchada”. Luego, abandonaron a Princesa agonizando en una escalera del edificio Grand Concourse, el 22 de julio. Aunque la llevaron con vida al hospital, “murió poco después por la gravedad de sus heridas”.
Según el Heraldo de México, “la joven tenía múltiples lesiones: cortadas, puñaladas, señales de haber sido amarrada y hasta golpes con un martillo”. Algunas ya estaban cicatrizando, lo que indica que fue torturada por días.
Joseph Kenny, jefe de detectives del NYPD, dijo que “las heridas no fueron para matarla rápido, sino para hacerla sufrir por más tiempo”.
En mayo, Robert había llamado al 911 para decir que su novia fue violada, pero la policía descubrió que todo fue inventado para tapar el maltrato que ya sufría.
“El hijo y la mamá inventaron la historia de la violación porque la víctima estaba tan herida que necesitaba atención médica”, explicó el detective Kenny.
Naida fue presentada ante un juez el 25 de julio. Le dieron prisión sin derecho a fianza y enfrenta varios cargos: “asesinato, homicidio involuntario, manipulación de pruebas, ocultamiento de un cadáver y obstrucción de la justicia”.
Su abogado aseguró que ella no tenía antecedentes y que “participó después del crimen”.
Robert fue captado en cámaras saliendo del edificio después del ataque. Aún no lo han detenido. Vecinos lo describen como violento, y dicen que su madre también era problemática.