Al menos 95 palestinos murieron ayer en Gaza por ataques de Israel. Entre ellos, 20 personas —incluidos 10 niños— fueron alcanzadas mientras hacían fila para llenar botes de agua, tras un misil que, según Israel, falló en su objetivo y cayó cerca de donde estaban.
Un habitante contó que las explosiones lo despertaron y que vio a su vecino y a sus hijos bajo los escombros. En el hospital Al Awda recibieron 10 cuerpos de ese ataque. Otro testigo aseguró que había unos 20 niños y 14 adultos esperando agua cuando ocurrió la tragedia.
El ejército israelí dijo estar al tanto de las posibles víctimas civiles y que intentan evitar daños, aunque en las últimas 24 horas bombardearon 150 “objetivos terroristas”. En otro ataque, 11 personas murieron en un mercado, entre ellas un médico que iba camino al hospital.
Mientras tanto, Gaza enfrenta una crisis de agua porque Israel bloqueó casi todo el combustible. Solo funcionan 12 de más de 70 pozos, y hospitales advierten que podrían cerrar por falta de energía. La ONU alertó que sin ayuda urgente, los niños de Gaza podrían morir. Jordania envió 50 camiones de alimentos y un convoy con unidades de sangre para apoyar a los hospitales.
En Jerusalén, hubo protestas para exigir el regreso de los rehenes y el fin de la guerra. Netanyahu negó que prolongue el conflicto por intereses políticos, mientras un barco humanitario zarpó desde Italia para intentar romper el bloqueo y llevar ayuda a Gaza.