Durante siglos, la humanidad ha observado la Luna con asombro, temor y veneración. Su influencia sobre las mareas, los ciclos de la vida y las antiguas creencias es innegable. Pero hay una pregunta que muy pocos se atreven a hacer en voz alta: ¿y si la Luna no es natural? ¿Y si fue construida?
Esta teoría, conocida como la hipótesis de la Luna artificial, ha sido abordada por autores como Christopher Knight y Alan Butler en su polémico libro Who Built the Moon?. Allí exploran coincidencias matemáticas imposibles de ignorar, como el hecho de que la Luna es 400 veces más pequeña que el Sol pero también está 400 veces más cerca de la Tierra, permitiendo eclipses solares perfectos. ¿Casualidad… o diseño?
A estas dudas se suman leyendas africanas recopiladas por el chamán sudafricano Credo Mutwa, quien hablaba de un tiempo en el que no existía la Luna, y de seres ancestrales que llegaron desde el cielo, trayendo consigo sabiduría… y control. También se mencionan las colinas Preseli en Gales —donde nacieron las misteriosas piedras azules de Stonehenge—, un lugar cargado de energía, símbolos antiguos y secretos enterrados en la niebla del tiempo.
Mientras tanto, la ciencia convencional sostiene que la Luna se formó hace unos 4,500 millones de años tras un impacto catastrófico. Pero incluso esta teoría, aunque ampliamente aceptada, tiene vacíos que no logran explicar del todo su órbita perfecta, su influencia sobre la vida o su extraña composición interna.
Este artículo explora todos estos elementos: leyendas, ciencia, conspiración y misterio lunar, conectando los puntos entre lo ancestral y lo moderno, lo espiritual y lo astronómico.
¿Y tú? ¿Estás listo para mirar a la Luna con otros ojos?
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