El caso de Sara Millerey González, una mujer trans de 32 años, ha generado indignación en Colombia. “Fue hallada con signos de violencia en una quebrada del municipio de Bello, Antioquía”, después de haber sido brutalmente agredida. Aunque alcanzó a ser trasladada a un hospital, lamentablemente falleció debido a la gravedad de las heridas.
El colectivo Caribe Afirmativo, que defiende los derechos de personas LGBTIQ+, informó que “Sara fue atacada y arrojada a la quebrada Playa Rica”, y que en redes sociales circularon videos del momento en que fue encontrada herida. Esta difusión ha causado aún más dolor e impacto entre quienes exigen justicia por este crimen de odio.
La Gobernación de Antioquía condenó el transfeminicidio y anunció que “se ofrecerá una recompensa de hasta 50 millones de pesos” para dar con los responsables. Por su parte, el Ministerio del Interior de Colombia pidió que se agilicen las investigaciones para que el caso no quede impune.
Activistas, colectivos y ciudadanos han mostrado su apoyo en redes sociales, recordando a Sara como una mujer alegre y luchadora. Su muerte es una triste muestra de la violencia que todavía enfrentan muchas personas trans, y ha abierto nuevamente el debate sobre la urgencia de proteger sus derechos y su vida.