Donald Trump aseguró que Estados Unidos no necesita a Latinoamérica, pero afirmó que la región sí depende de su país. “Nos necesitan mucho más de lo que nosotros los necesitamos. No los necesitamos; nos necesitan. Todos nos necesitan”, dijo Trump desde la Casa Blanca al responder a una periodista brasileña. Sin embargo, también mencionó que las relaciones con Latinoamérica “deberían ser geniales” durante su presidencia.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, deseó éxito a Trump tras su investidura y destacó la importancia de mantener una relación basada en respeto mutuo. Lula mencionó en redes sociales que Brasil y Estados Unidos comparten lazos históricos y cooperación en áreas como comercio, ciencia y cultura, expresando su interés en seguir fortaleciendo esos vínculos.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum minimizó las primeras órdenes de Trump sobre migración y economía. En su conferencia matutina, pidió calma y aseguró que su gobierno trabajará en soluciones conjuntas para proteger a los mexicanos y gestionar el programa “Permanecer en México”. También destacó que su objetivo final es el regreso de migrantes a sus países con apoyo de Estados Unidos.
Otro tema de tensión surgió cuando Trump dijo que Estados Unidos debería recuperar el Canal de Panamá, argumentando que actualmente lo maneja China. El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó esta idea, asegurando que el Canal es y seguirá siendo panameño. Además, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, defendió la soberanía de Panamá y respaldó los Tratados Torrijos-Carter.
Mientras tanto, varios países de la región optaron por un enfoque conciliador. Perú espera una relación “fructífera”, Chile planea seguir trabajando como de costumbre y Uruguay considera a Estados Unidos un “aliado estratégico”. Honduras, por su parte, expresó su interés en fortalecer el diálogo sobre migración.
En Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro, que no es reconocido por Estados Unidos, pidió “respeto” en medio de las tensiones por el desconocimiento de su mandato. A pesar de las diferencias, los países latinoamericanos buscan mantener una relación estable con su vecino del norte.