Ciudad de México. Elektra, la emblemática empresa del Grupo Salinas, sufrió el lunes 2 de diciembre de 2024 una caída histórica en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), marcando su peor desempeño desde su creación. Sus acciones se desplomaron un 71% al cierre, cayendo a $274.27 pesos desde los $944.95 registrados en julio, y ocasionando una pérdida de 5,500 millones de dólares en la fortuna de su propietario, Ricardo Salinas Pliego.
El desplome ocurrió tras la reactivación de su cotización, que había estado congelada por varios meses. Este regreso desató una ola masiva de ventas, reflejando la desconfianza del mercado y colocando a Elektra fuera del índice principal de la BMV. Grupo Salinas calificó este evento como un “daño irreparable” y no descarta la posibilidad de privatizar la compañía para intentar recuperar estabilidad.
El impacto financiero no solo afecta directamente a Elektra, sino que pone en entredicho la estabilidad de otras empresas del conglomerado, como Banco Azteca. Algunos analistas incluso comparan la situación actual con el colapso de Famsa, alimentando rumores de posibles riesgos en el sector financiero vinculado al Grupo Salinas.
Por otro lado, el panorama se complica políticamente para Salinas Pliego, quien ha sido señalado recientemente por el gobierno federal y la exjefa de gobierno Claudia Sheinbaum para cumplir con sus obligaciones fiscales. La presión tributaria y el colapso bursátil generan incertidumbre sobre el futuro de sus negocios.
Con esta caída, el impacto sobre la percepción pública y la confianza del mercado será crucial para determinar si Elektra puede recuperarse o si el panorama apunta a un declive más profundo en el emporio empresarial de Ricardo Salinas Pliego.