El verano se acerca y, con él, el final de la temporada de virus respiratorios. Sin embargo, una nueva familia de variantes de COVID-19, llamada FLiRT, está generando preocupación entre los expertos por un posible aumento de casos este verano.
La variante KP.2 es la que más preocupa. En las últimas semanas, ha desbancado a la JN.1, la subvariante ómicron que provocó el aumento de casos el pasado invierno, y se ha convertido en la cepa dominante en Estados Unidos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que KP.2 es responsable de una de cada cuatro infecciones en el país.
¿Qué sabemos sobre las variantes FLiRT?
- Son descendientes lejanas de las variantes ómicron.
- Los expertos aún están estudiando sus características.
- La KP.2 deriva de la variante JN.1 y tiene mutaciones que la hacen más contagiosa.
¿Qué síntomas causan?
- Los síntomas son similares a los de JN.1: dolor de garganta, tos, fatiga, fiebre, dolor muscular, pérdida del gusto o del olfato, dificultad para respirar, náuseas, vómitos y diarrea.
- No hay evidencia de que causen una enfermedad más grave que las variantes anteriores.
¿Son efectivas las vacunas?
- Algunas investigaciones sugieren que la KP.2 ha mutado lo suficiente como para reducir la efectividad de las vacunas actuales y la inmunidad de infecciones anteriores.
- Sin embargo, las vacunas aún brindan protección, especialmente contra la enfermedad grave, la hospitalización y las complicaciones.
- Se espera que una vacuna actualizada esté disponible en otoño.
¿Qué podemos hacer?
- Seguir las medidas de prevención básicas: usar mascarilla, lavarse las manos con frecuencia y mantener el distanciamiento social.
- Vacunarse y ponerse los refuerzos según lo recomendado.
- Estar atentos a los síntomas y hacerse la prueba si se cree que se tiene COVID-19.
Es importante recordar que la situación con las variantes de COVID-19 está en constante evolución.
Para obtener la información más reciente, consulte los sitios web de las autoridades sanitarias como el CDC.




